CARAVACA DE LA CRUZ, UNA DE LAS OCHO CIUDADES SANTAS

Caravaca de la Cruz: un viaje espiritual

Caravaca de la Cruz es una villa murciana situada en un enclave fronterizo entre Murcia y Granada, con unos 26.000 habitantes y cuya extensión no supera los 860 km². Además, se encuentra a unos 625 m de altitud.

Este municipio es especial porque es considerado una de las ocho Ciudades Santas del mundo, lo que la convierte en un importante centro de culto para la Iglesia Católica. Caravaca es, esencialmente, la Ciudad Santa, la ciudad de la Cruz que lleva su nombre.

Su historia es fascinante: a lo largo de los siglos, ha sido el hogar de íberos, romanos y musulmanes, todos dejando su huella en esta maravillosa localidad.

Está construida en torno a su Castillo, levantado en el S. XV por la Encomienda de los Templarios.

La Leyenda de la Santa Cruz

Cuenta la leyenda popular que en Caravaca de la Cruz se conserva un trozo de la mismísima cruz donde murió crucificado Jesucristo. La leyenda sostiene que el Lignum Crucis perteneció a Santa Elena, madre del emperador Constantino, quien la encontró durante un viaje a Tierra Santa.

Otra versión cuenta que la Cruz de Caravaca pertenecía a los Caballeros Templarios, quienes reconquistaron Jerusalén y fraccionaron la Santa Cruz de Cristo en varias partes, llevando una de ellas hasta el pueblo de Caravaca de la Cruz.

En 1232, el rey moro Abú Zeid se convirtió al cristianismo cuando contempló cómo dos ángeles bajaban del cielo una cruz para que un sacerdote preso en el castillo pudiera decir misa. Al año siguiente se produjo la reconquista cristiana bajo el mandato del rey cristiano Fernando III.

Esta leyenda dio lugar a la construcción, a partir de 1617 y en el recinto de la propia fortaleza, del principal monumento de esta localidad del Noroeste murciano, el Santuario de la Vera Cruz. Una construcción en la que destaca su lujosa portada de mármol rojo de Cehegín en la que se hace toda una exaltación de la Santa Cruz.

Lamentablemente la Cruz de Caravaca fue robada en 1934 y posteriormente el Papa Pío XII entregó al pueblo una nueva cruz. Actualmente, está custodiada en el Santuario de Vera Cruz.

Fiestas de Caravaca de la Cruz

Las fiestas patronales de Caravaca de la Cruz, celebradas en honor al cristianismo, tienen lugar entre el 1 y el 5 de mayo. Además, estas fiestas giran en torno a la Santísima y Vera Cruz de Caravaca. Dicha cruz es acompañada por sus Caballos del Vino, y por los desfiles de Moros y Cristianos.

Explorando los secretos de Caravaca de la Cruz

Empezaremos nuestra ruta en la Hospedería Nuestra Señora del Carmen situada justo enfrente de la Plaza de San Juan de la Cruz. Nos hallamos en la parte baja de la villa para emprender un ascenso hacia el castillo y Santuario de la Vera.

Plaza de San Juan de la Cruz

Partimos de la Plaza de San Juan de la Cruz, nexo entre la parte histórica y más moderna de la villa, que cuenta con un bonito paseo al estilo de una alameda arbolada con estatuas, rodeada de algunos edificios religiosos como la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen y la Iglesia Parroquial de la Purísima Concepción.

Este espacio se extiende a lo largo de la calle Corredera rematando en el famoso Templete a donde nos dirigimos a continuación.

El Templete

El Templete es uno de los monumentos más característicos de la ciudad por su valor simbólico. Se trata de un edificio del siglo XVIII de estilo barroco y de planta hexagonal con una cúpula de teja árabe que recoge las aguas de las Fuentes del Marqués y que guarda un significado místico.

Cada 3 de Mayo se celebra aquí el famoso Rito del Baño de la Santísima y Vera Cruz que se remonta al siglo XIV y que da lugar a las fiestas locales en honor a la santa. Su reliquia llega hasta el templete para bañarse en sus aguas milagrosas. A este edificio también se le llama El Bañadero por este ritual.

Y es que la leyenda cuenta que en 1384 una plaga de langosta azotaba los campos y los vecinos le rogaron agua bendita y lo consiguieron.

Desde el Templete tomamos la Calle del Hoyo para ir subiendo hasta la Plaza de los Caballos del Vino y la Ermita de Santa Elena, a las que llegamos andando en 5 minutos.

Los Caballos del Vino

Enseguida llegamos a la Plaza de los Caballos del Vino con una estatua homenaje a este animal que aparece vestido con elegantes motivos representativos del evento más importante de la localidad: la carrera de caballos de la que te hablamos a continuación.

La Ermita de Santa Elena asoma en una esquina de la plaza. Se trata de una iglesia barroca del siglo XVIII, de nave única, con coro alto a los pies y de tres tramos. En la ermita se conserva un retablo barroco con la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Se trata de una imagen de gran devoción.

Origen Fiesta de los Caballos del Vino

Cuenta la leyenda que el origen de los Caballos del Vino se remonta al siglo XIII cuando Caravaca de la Cruz pertenecía a la Orden del Temple. Las tropas árabes habían cercado el castillo donde estaba refugiada la población, que se quedaron sin agua y apenas suministros.

En la oscuridad de la noche, un grupo de cristianos salieron del castillo en busca de agua, pero únicamente encontraron vino, pues los aljibes y fuentes habían sido envenenados. Llevaron el vino sobre los caballos, cogidos a ellos dos jóvenes en la parte delantera y otros en la trasera, guiando al animal con toda la carga hasta el castillo.

Una vez en el castillo, el vino fue bendecido por la Vera Cruz de Caravaca y se produjo el milagro de reducir el alcohol del vino para que lo pudieran beber todas las personas del pueblo y alivió la sed, sanando a los enfermos.

La fiesta de los Caballos del Vino ha sido declarada de Interés Turístico Internacional en el año 2004 y Bien de Interés Cultural en el 2011. También se ha distinguido en 2020 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Muy cerca, en la calle Gregorio Javier tomando la calle Atienza, nos encontramos el Museo de los Caballos del Vino.

Museo de los Caballos del Vino

Un casa señorial del siglo XVIII alberga en la actualidad la Casa Museo de los Caballos del Vino, que se encarga de contar la tradición de esta famosa fiesta. La celebración tiene su origen en la Edad Media cuando un grupo de templarios en caballos rompieron las defensas musulmanas para llegar al castillo.

Cada 2 de Mayo, los participantes de las más de 60 peñas del Bando de los Caballeros del Vino suben lo más rápido posible con sus caballos por las empinadas calles hasta la Plaza de Armas de la fortaleza para recrear aquel momento histórico. Esta fiesta está distinguida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

La fiesta tiene tres modalidades: la del Caballo a Pelo, el de Enjaezamiento y el de Carrera.

Nos dirigimos a continuación a la Parroquia de El Salvador mientras nos recreamos con las vistas que nos va dejando el casco histórico al subir y bajar algunas de sus calles, siempre con la Vera Cruz coronando lo alto de la colina.

Calle Mayor

En la calle Mayor se ubica el Convento de San José, fundado en el año 1575 por Santa Teresa de Jesús. La Iglesia de San José es de estilo rococó y tiene su origen en el siglo XVII y el Palacio de la Encomienda (o Casa de la Tercia) fue construido en 1802 y utilizado antiguamente para almacenar los productos de la actividad agrícola de Caravaca.

Parroquia de El Salvador

La Iglesia de El Salvador es un ejemplo de renacimiento caravaqueño del siglo XVI. Aunque por fuera quedó inacabada, el interior es espectacular, sostenido sobre cuatro columnas jónicas de casi dos metros de altura con bóvedas estrelladas. Un monumento que está declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1983.

Tiene siete capillas laterales anexas a las naves laterales, tres en la nave de la Epístola y cuatro en la del Evangelio, que conforman el primer cuerpo del edificio y que fueron costeadas por varias familias nobles de la localidad.

En su interior, se puede disfrutar de un gran patrimonio rico en esculturas y pinturas y, sobre todo, de su retablo mayor, procedente de la desamortizada Iglesia de los Jesuitas.

Desde aquí nos desplazamos hasta el Museo Arqueológico cercano a la Oficina de Turismo.

Museo Arqueológico

El Museo Arqueológico Municipal La Soledad está levantado sobre la primitiva Parroquia de El Salvador y alberga los hallazgos de las diferentes excavaciones que se han llevado a cabo en la villa y alrededores, como el complejo íbero romano de la Encarnación.

Muestra la importancia de Caravaca en la historia de Murcia y es una visita imprescindible para los amantes de la arqueología y el patrimonio ancestral.

Plaza del Arco

Emblemática plaza donde se encuentra el Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz y cuenta con algunas terrazas y restaurantes.

Aquí se ubica el monumento ‘El Moro y el Cristiano’ realizado por el escultor valenciano Rafael Pí Belda, hijo adoptivo de la villa. Este conjunto escultórico neobarroco fue inaugurado en 1985 y homenajea la historia de la convivencia de estos pueblos.

También puedes hacer una parada en el Museo El Carrilero en la calle Puentecilla que está muy cerca.

Museo El Carrilero

Un espacio de arte dedicado a la obra del conocido escultor caravaqueño José Carrilero que se ubica en una antigua vivienda palaciega del siglo XVII y XVIII y XIX. Durante algún tiempo del siglo XX albergó el Cuartel de la Guardia Civil.

El museo cuenta con unas cien obras entre esculturas, pinturas y medallas. La plaza y la portada del edificio presentan un grupo escultórico formado por instrumentistas a tamaño natural, un tema clásico en el repertorio del artista. Se compone de una flautista, una violonchelista y una trompetista.

Desde este museo llegamos en unos minutos andando al Santuario de la Vera Cruz subiendo por la cuesta del Castillo.

Cuesta del Castillo

La Cuesta del Castillo es el escenario central de las fiestas multitudinarias en honor a la Santísima y Vera Cruz donde tiene lugar la popular Carrera de los Caballos del Vino.

Una contrarreloj en la que compiten las peñas caballistas, que se remonta a la Edad Media, cuando los templarios sobre caballos rompieron el cerco musulmán del Alcázar para llevar pellejos de vino a los prisioneros.

El germen de la actual fiesta hay que buscarlo a finales del siglo XX cuando los mozos de la calle Larga competían por subir velozmente la cuesta del Castillo para llevar a bendecir los vinos.

Esta calle enlaza la Iglesia de la Soledad con el Santuario de la Vera Cruz y durante su recorrido se pueden contemplar hermosas vistas de la villa. Hay estatuas de homenaje a la carrera y en el suelo están las placas conmemorativas de los sucesivos ganadores.

Plaza Foso del Castillo

Un bonito rincón junto a la Cuesta del Castillo con unas magníficas vistas del casco antiguo y con las montañas hilvanando el horizonte. Los tejados uniformes de la localidad y las casitas tradicionales le otorgan un encanto especial.

El Castillo y Santuario de Caravaca de la Cruz, tras la huella Templaria

A la fortaleza se accede por la Puerta de San Ana después de subir la Cuesta del Castillo.

Castillo de Caravaca de la Cruz

Este castillo lleno de leyendas e historia responde a la construcción típica musulmana, por lo que muchos fechan su origen en el siglo XI.

Parece ser que fue Alfonso X quien se lo entregó a la Orden del Temple, pero desde el siglo XIV fueron los caballeros de la Orden de Santiago los que custodiaron este lugar clave por su carácter defensivo y espiritual: desde su atalaya de más de 600 metros se controla la huerta murciana hasta la Sierra del Segura.

En la actualidad, cuenta con 15 torres y un espigón, una puerta principal escoltada por dos torres y una albacara o plaza de armas, donde en la actualidad se celebra la famosa fiesta de los Caballos del Vino. El castillo fue clave durante la Guerra de la Independencia contra los franceses.

Una de las torres más antiguas es la Chacona o Torre del Homenaje, que desempeñaba una función defensiva muy destacada en el complejo.

En su interior había un palacio que fue destruido para levantar la Basílica de la Vera Cruz y la Casa del Capellán, desde donde se pueden disfrutar de unas vistas espectaculares.

Es muy curiosa la red de aljibes con la que contaba esta fortaleza de enormes muros y que les permitía almacenar el agua de lluvia durante los meses de asedio.

La Cruz de Caravaca

La Cruz de Caravaca no es un lugar sino un símbolo emblemático de la localidad. Esta cruz llega a Caravaca en el siglo XIII con un origen misterioso vinculado a los caballeros templarios y está considerada como un amuleto de protección y buenos augurios.

El milagroso hecho de la aparición de los dos ángeles portando el Lignum Crucis propició que tanto el sayid como el resto de la corte se convirtieran y bautizasen, provocando el inicio de la importante tradición de la Cruz de Caravaca.

La Cruz de Caravaca adquiere un poder especial cuando se recibe como un regalo. La encontrarás en las joyerías en el casco antiguo o en tiendas de souvenirs.

El Santuario de Caravaca, lugar de peregrinación

Su origen es islámico pero ha sufrido múltiples transformaciones con el paso del tiempo. La basílica que vemos ahora se levantó en 1617 sobre una antigua capilla medieval y con una impresionante fachada barroca, añadida en el siglo XVIII, hecha de mármol rojo de Cehegín, un pueblo muy cercano a Caravaca.

Es el monumento más visitado de la localidad y fue declarado Monumento Histórico-Artístico en el año 1944.

Desde 2003, este impresionante santuario acoge una peregrinación jubilar cada siete años concedida por el Papa Juan Pablo II. Hasta él llegan miles de peregrinos sobre todo para el 3 de Mayo, que es cuando se celebra el gran día de la Vera Cruz. También se puede visitar el Museo de la Vera Cruz.

Las murallas que lo bordean y la hermosa fachada de la basílica del siglo XVIII forman un espléndido conjunto monumental.

En su interior todas las miradas se dirigen a la reliquia dorada: un supuesto trozo del madero de Jesús Crucificado del que se tiene constancia desde el siglo XIII.

Saliendo un poco del casco antiguo en dirección norte nos encontramos una nueva oficina de turismo y a continuación nos dirigimos a la Plaza de Toros.

Plaza de Toros

Construida en el siglo XIX, sobre el Monasterio franciscano de Santa María de Gracia. En su fachada queda plasmada la tradición musulmana de la villa, con arcos de herradura y adornos de estuco de lancería.

Destacar que el rojo de su fachada sitúa a este monumento como uno de los lugares más emblemáticos de toda la ciudad.

Ermita de la Reja

La Ermita de la Reja, obra del siglo XVII, es la única que se conserva de las 14 que se construyeron y que constituían las estaciones del Vía Crucis de Caravaca.

Es un mirador privilegiado para admirar el casco urbano de Caravaca con sus principales monumentos y su entorno natural, que incluye la Vega del Río Argos y montes circundantes e incluso las localidades de Cehegín y Bullas.

Saliendo de Caravaca de la Cruz: unos alrededores de lujo

Muy cerca del núcleo urbano de Caravaca de la Cruz situado a 2 kilómetros existe un paraje natural, lleno de leyendas y magia.

Fuentes del Marqués

Este parque natural de 17,4 hectáreas para pasear entre álamos, pinos canarios, fresnos y encinas no podía permanecer ajeno a las leyendas de princesas y templarios de una villa como Caravaca de la Cruz.

El paraje debe su nombre a uno de sus anteriores dueños, los Marqueses de San Mamés, y al nacimiento en el lugar de varios manantiales.

Cuentan que había un pasadizo secreto que unía el castillo con el nacimiento de aguas de este parque. Un día, un caballero lo descubrió y al llegar al río vio a la princesa Ayla y se enamoró.

Desde ese momento las Fuentes del Marqués se convirtieron en el escondite de su romance hasta que un día el rey volvía por el frondoso parque, oyó ruido y pensó que era un oso y disparó matando a su hija. Al enterarse de lo que había sucedido, el monarca culpó de la desgracia al caballero templario.

Además de las Cuevas del Marqués (situadas sobre una colina dominando las Fuentes), llama mucho la atención el Torreón de los Templarios (Centro de Interpretación de la Naturaleza), del que no se conoce muy bien el origen. La torre actual está levantada sobre una más antigua y parece ser que la primera es citada ya en el siglo XIII por el geógrafo árabe Al-Himyari.

Yacimiento romano en el Cerro del Santo (Archivel)

Esta área recreativa se localiza en el Cerro del Santo o de la Fuente, al Oeste de la pedanía de Archivel. Se trata de un promontorio montañoso de fácil acceso donde se conservan restos de una antigua muralla y un yacimiento de la cultura argárica.

Comúnmente conocido en el pueblo como «El Santo», se ha excavado un castellum romano de época tardorrepublicana, fechado en la época de las guerras civiles entre Pompeyo y Julio César.

Museo de Música Étnica de Barranda

Un museo interesante con una muestra de músicas étnicas de 145 países. Ofrece una exhibición temática por religiones del mundo, instrumentos de esclavitud, magia y brujería, entre otros. La colección ha sido recopilada por el etno-musicólogo Carlos Blanco Fadol, que ha dedicado su vida a la investigación y recopilación de instrumentos por el mundo.

Estrecho de las Cuevas

En el complejo arqueológico de La Encarnación se pueden visitar vestigios de diversas épocas pasadas incluyendo un santuario íbero-romano ubicado en el cerro de La Ermita. Está situado en la pedanía de la Encarnación a 15 minutos en coche de Caravaca.

Se localiza en torno a un angosto desfiladero ahondado por el río Quípar, que constituye un paso obligado de la importante ruta natural que desde la Prehistoria ha puesto en comunicación el Levante y la Alta Andalucía.

Dónde comer y dormir en Caravaca de la Cruz

La gastronomía de Caravaca de la Cruz está ligada a los productos agrícolas y ganaderos de la zona. Así, las migas, los arroces en todas sus variedades: con conejo, pollo, garbanzos, caracoles, níscalos, bacalao, son menús muy solicitados en esta zona.

Los sitios para comer más recomendados

El Casón de los Reyes, este restaurante es una apuesta culinaria segura. Recomendables el hojaldre de setas o los huevos estrellados con gulas y jamón.

Restaurante Los Gemelos, sencillamente espectacular, trato excelente y rápido, comida increíble y un precio por debajo de la exquisitez que presentan.

La Bodega, lugar encantador para cenar o comer, la comida súper rica. Tapas elaboradas, originales y muy ricas.

La Tasca de Enfrente, creaciones espectaculares, de gran elaboración y muy suculentas. Mezcla de sabores rica y sorprendente.

Alojamientos recomendados por los viajeros

Hotel La Vera Cruz, hotel en pleno casco histórico, muy limpio, agradable y moderno. El trato inmejorable.

Círculo Artístico 1911 Hotel Boutique, la ubicación perfecta en pleno centro. La habitación y el baño grandes y cómodos. La atención muy buena.

Alojamientos Templete, el alojamiento tiene una excelente ubicación, está muy limpio, la cama es muy cómoda. Muy buena experiencia.

Hotel Malena, el personal muy amable. Las habitaciones muy completas, limpias y confortables. Ideal para viajeros por su localización.

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