Cascais, una joya costera a sólo 30 km de Lisboa, ha cautivado a artistas y aristócratas desde principios del siglo XX. Antaño pueblo de pescadores, hoy es un destino elegante y vibrante, donde la historia y la belleza natural se funden armoniosamente.
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Pequeñas casas de pescadores, iglesias y una fortaleza protegían a Cascais de los peligros del mar. En 1755, el terremoto que destruyó a Lisboa también arrasó gran parte de la villa. Pero la llegada del rey Luis I en el siglo XIX (el rey que quería ser marinero y que no tuvo más remedio que serlo por la muerte de su hermano mayor) cambiaría por completo su semblante.
Cascais recuperó su vitalidad a partir de 1930 cuando atrajo a la alta sociedad portuguesa. También sirvió de cobijo a la familia real española y a otras familias reales europeas, convirtiéndose en el «refugio de los famosos».

Vista de Cascais-Okescapadas
La moda de bañarse en la playa se extendió entre la aristocracia y la alta burguesía europea en esa misma época. Cascais vivió su época dorada, llenándose de grandes villas de veraneo. El cocktail perfecto para disfrutar del sol y el mar.
Se cuenta que Cascais inspiró a Ian Fleming para crear a James Bond. La decadente opulencia de sus villas y palacios, testigos del pasado de este lugar preferido por famosos y nobles, evoca fácilmente los oscuros años cuarenta.
Comenzamos nuestra visita por el Jardín Visconde da Luz que fue el corazón neurálgico de la villa en tiempos pasados.

Jardín Visconde da Luz-Okescapadas
Jardín Visconde da Luz
El jardín es un espacio emblemático, inaugurado en 1867, con un monumento a los caídos en la Gran Guerra, una cascada con leones de piedra y una fuente. Ubicado junto a la Alameda dos Combatentes, es un lugar donde los lugareños y turistas se reúnen, especialmente los miércoles para el mercado de artesanía. En tiempos pasados servía de escenario de sesiones de fado, conciertos, barracas de diversiones, títeres y juegos.

En esta misma Alameda nos encontramos con la heladería Santini, la más famosa de Portugal, hecho que podrás comprobar por las colas que hay para entrar a comprar un helado.
Luego teníamos la opción de dirigirnos hacia la rúa Frederico Arrouca, centrada en las más importantes marcas comerciales, pero que a medida que te adentras y llegas a las rúa da Misericordia, Saudade, Flores o Fernandes Thomas, se descubren encantadores miradores como el de la Praia da Rainha o Miradouro Fernandes Thomás, y un entramado de casas blancas con azulejos decorativos, lejos del bullicio.

O Mundo Fantastico da Sardinha Portuguesa-Okescapadas
Entre las callecitas descubrimos tiendas originales e interesantes como O Mundo Fantástico da Sardinha Portuguesa, de estética y decoración circense, con uno de los motivos portugueses más clásicos: la sardina; O Juicy Soaps, con jabones artesanales pintados a mano o cerámica , por último, O Cais 16, donde hasta hay talleres para aprender a pintar azulejos. Son mínimo para cinco personas, así que nosotros no pudimos.
Imprescindible una parada en la iglesia de Nuestra Señora de los Navegantes, conocida como «Iglesia del Barco», ya que su aspecto exterior simula una embarcación.

Iglesia del Barco-Okescapadas
La segunda opción era perdernos por el entramado de calles peatonales de Cascais en el lado contrario a la rúa Frederico Arrouca. Toda calle peatonal en Cascais es una oda a esos mosaicos de baldosas tan característicos en los empedrados portugueses.
Y ya te advertimos que verás la mayor concentración de restaurantes y bares que jamás podías imaginar.
Plaza 5 de Octubre
Llegamos callejeando a la Plaza 5 de Octubre, un destino imprescindible para todo turista que visite Cascais. Con su historia fascinante y su ambiente acogedor, esta plaza ofrece vistas impresionantes del puerto deportivo. Esta plaza es también conocida como la Plaza do Peixe (Plaza del Pescado), debido a que antiguamente allí se vendía pescado fresco.
Los mundialmente famosos mosaicos que decoran el suelo de la playa de Copacabana se inspiraron en los portugueses. El suelo de la Plaza 5 de Octubre tiene la misma decoración de olas que se “exportaría” después a Manaos y Río de Janeiro.

Plaza 5 de Octubre-Okescapadas
Desde esta zona nuestro paseo asciende hasta la Ciudadela y es posible que sea una de las mejores panorámicas de Cascais, con el Palacio Seixas mirando al mar de fondo.
Palacio Seixas
El Palacete Seixas es una maravilla arquitectónica que transporta a los visitantes a un viaje en el tiempo. Sus fachadas de piedra tallada y sus interiores de madera ornamentada cautivan, mientras que su colección de más de 20.000 libros y otras obras impresionan.
Este majestuoso palacio está rodeado de espléndidos jardines con plantas exóticas. Numerosas estatuas mitológicas adornan el jardín, pero la joya es «El Pozo», una escalera que desciende hacia la oscuridad, que representa el Infierno de Dante, simbolizando la búsqueda del conocimiento y la iluminación.

Palacio Seixas-Okescapadas
A pesar de ser hoy propiedad privada, permanece abierta a las visitas públicas. Es recomendable reservar la visita con antelación, ya que sólo se permite un número limitado de visitantes.
Ciudadela y Fortaleza
La Cidadela de Cascais es un conjunto defensivo imponente que incluye tres fortificaciones: la Torre de San Antonio (1488), el Forte de Nossa Senhora da Luz (período filipino) y la Cidadela (1642), erigida durante la guerra de restauración.
La torre de San Antonio, construida en 1488 por orden de D. João II, fue una respuesta a la amenaza de la piratería que asolaba a la costa. Fue el origen de la actual Cidadela de Cascais, un conjunto fortificado que protegía la región de los ataques.

Ciudadela-Portal de acceso-Okescapadas
El portal de acceso al recinto fortificado es imponente, con un arco de grandes dimensiones rodeado de sillares alternados, que se abre en la cortina norte, brindando un acceso majestuoso al interior del recinto.
El núcleo de la fortaleza es un patio cuadrangular de 35 m, la Parada, rodeado por edificios singulares como el Palacio del Gobernador, residencia oficial del Presidente. Dentro hay dos cisternas y la capilla de Nuestra Señora de la Victoria.

La Ciudadela de Cascais-Okescapadas
La Ciudadela, bajo administración municipal desde 2003, ofrece a los visitantes una cisterna-museo con techo abovedado y un encantador restaurante, invitando a disfrutar de su singular patrimonio y ambiente acogedor.
La ciudadela de Cascais alberga la Pestana Ciudadela, una pousada (Parador) con 652 golondrinas en el hall que representan los días de remodelación. Además, el «Art District» ofrece obras de arte en las habitaciones y frente al hotel se encuentra el restaurante Taberna da Praça.
Marina de Cascais
Enclavada entre el majestuoso azul del Océano Atlántico y el centro histórico de la ciudad, a la espalda de la Ciudadela, es un centro de actividades náuticas con más de 650 amarres.
El propio puerto deportivo está rodeado de paseos bordeados de palmeras y salpicados de restaurantes que ofrecen una deliciosa cocina local mientras se contemplan relucientes yates que se mecen suavemente en aguas azules.

Marina de Cascais-Okescapadas
La historia de la Marina de Cascais se remonta a la antigüedad, cuando sirvió como puerto crucial para los navegantes fenicios. Desde aquí zarparon muchos valientes exploradores durante la Era de los Descubrimientos en el siglo XV.
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Ninguna visita a la Marina de Cascais estaría completa sin probar las delicias locales en uno de los muchos restaurantes que bordean el paseo marítimo. Desde platos tradicionales portugueses de marisco hasta cocinas internacionales, aquí hay algo para todos los paladares.
Siguiendo nuestro paseo llegamos al Barrio de los Museos. En 2015 se creó un área de entrada única en donde se puede visitar arte, tradición y patrimonio, siguiendo un modelo de otras capitales europeas como Berlín y Ámsterdam.
Visitamos los más importantes como son el Museo Condes de Castro Guimarães y Santa Marta que son parte de un concepto mayor que incluye otras atracciones culturales en Cascais: la Casa de Santa María, Casa das Historias Paula Rego, Museo de la Música Portuguesa, Museo del Mar Rei D. Carlos…

Museo Condes de Castro Guimarāes-Okescapadas
Museo Condes de Castro Guimarāes
El Museo Condes de Castro Guimarāes es, para nosotros, una de las paradas más bonitas que hemos hecho en Cascais y, por supuesto, lo recomendamos muchísimo. Si sólo tienes tiempo para visitar un museo en Cascais, tendría que ser el Museo de los Condes de Castro Guimarães. El palacio de principios del siglo XX, residencia de verano del irlandés Jorge O’Neill –los tréboles lo recuerdan– y de los condes de Castro Guimarães después, nos alucinó un poco más en cada sala.
Una visita obligada en Cascais es este Palacio de cuento, con sus azulejos rescatados tras el terremoto, una biblioteca de volúmenes raros y antiguos, un órgano portátil, vajillas de porcelana de Indias, contadores y relojes antiguos, y un acogedor salón de té que evoca el pasado colonial.
El palacio que alberga el museo se ubica en el parque Marechal Carmona, el más antiguo de la ciudad. Pasea por él y encontrarás gallos, patos y pavos reales que te harán sentir inmerso en la naturaleza.

Parque Marechal Carmona-Okescapadas
En verano, el lugar se transforma en un oasis de relax con tumbonas y eventos culturales como el festival de música EDP Cool Jazz en Julio. Junto al museo, la capilla de San Sebastián luce sus preciosos azulejos.
Bajo el Palacio hay dos pequeñas calas donde poder darse un baño.
Continuando la ruta muy cerca del Museo Condes de Castro Guimarāes y en la acera de enfrente nos encontramos con la Casa de Santa María y el Faro Museo de Santa Marta.
Casa de Santa María
Encargada por Jorge O’Neill, noble portugués de ascendencia irlandesa, para su hija, esta casa fue construida en 1902 frente a la mansión de la familia. Una construcción romántica, con un jardín y una terraza frente al mar, una chimenea cónica inspirada en las del Palacio Nacional de Sintra y un interior cubierto con paneles de azulejos barrocos azules y blancos rescatados de una antigua capilla y un convento de Lisboa.

Casa de Santa María-Okescapadas
Está abierta de martes a domingo entre las 10:00 y las 17:00 horas (última entrada a las 16:30 horas), así que planifica en consecuencia. Si bien no se requiere una tarifa de entrada para visitar esta histórica casa museo, se agradecen las donaciones para las tareas de mantenimiento y conservación.
Faro Museo de Santa Marta
Se cree que el edificio se construyó en la década de 1640, aunque no hay una fecha exacta. Al visitarlo os quedareis encantados por los hermosos azulejos de colores que lo adornan.
El faro de Santa Marta en Cascais es uno de los iconos más fotogénicos de la villa. Con sus 20 metros de altura y sus característicos azulejos azules y blancos, es un edificio emblemático y muy reconocible.

Faro de Santa Marta-Okescapadas
Debido a su ubicación estratégica, el faro de Cascais desempeñó un papel en la defensa de la ciudad en el pasado. Sin embargo, su función principal siempre fue guiar a los barcos de manera segura hacia el río Tajo.
Puedes visitar el museo en la planta baja y luego subir al faro para disfrutar de unas vistas espectaculares sobre el mar y la ciudad de Cascais. ¡Es el sitio perfecto para hacer fotos!
Casa das Histórias Paula Rego
Si eres amante de los museos, otro que te recomendaríamos mucho es la Casa das Histórias Paula Rego y sus singulares pirámides.
Diseñado por Eduardo Souto de Moura, alberga una impresionante colección de obras de la artista Paula Rego, incluyendo pinturas, dibujos y grabados que reflejan su estilo único y cautivador.

Casa das Histórias Paula Rego-Okescapadas
Se distingue inmediatamente en el paisaje por las dos estructuras piramidales de igual tamaño y el hormigón pigmentado de rojo. El proyecto responde a los deseos del artista, a quien se debe la elección del arquitecto.
Situado en la Avenida da República 300, un poco al norte de la ruta que estamos siguiendo.
Reanudamos nuestro paseo por la Av. Rei Humberto II de Italia, y a nuestro paso dejamos dos hoteles de 5 estrellas (Farol y Grande Real Villa Italia). Nuestro destino es la famosa Boca do Inferno.
Esta sugerente denominación esconde formaciones rocosas de caliza, erosionadas por el mar durante siglos. El agua ha formado cavidades por donde se cuela, provocando un sonido infernal. Una obra única realizada por la naturaleza.

Boca do Inferno-Okescapadas
Está situada entre el centro del pueblo y el famoso Cabo da Roca, el punto más occidental de Europa continental.
A la Boca do Inferno se puede acceder perfectamente en coche, donde hay sitio para aparcar (¡Ojo porque es zona de pago a pesar de no encontrar fácilmente las máquinas para abonarlo, y luego te encuentras el papelito!).
El lugar tiene al lado varios bares y restaurantes, como el restaurante Mar do Inferno, muy conocido y apreciado por los locales, especializado en pescado y marisco fresco. Además, hay un mercadillo cubierto permanente, en el que se venden recuerdos y utensilios tradicionales, así como dulces y alimentos típicos portugueses.
La leyenda de Boca do Inferno y el hechicero de Cascais
El nombre de Boca del Infierno proviene de un antiguo cuento local que narra cómo un hechicero enamorado hizo prisionera a la mujer más bella, pero un soldado también se enamoró de ella al verla, desatando así una trágica historia de amor y misterio.
En la Boca del Infierno, la pareja huyó en un caballo, pero el hechicero los vio y lanzó un conjuro. Las rocas se abrieron, tragándolos con un estruendo. Desde entonces, el lugar recuerda a los enamorados de la leyenda que perecieron allí.
La primera, la Rainha, está considerada como la mejor playa para hacer fotos y, por tanto, una de las más bonitas. Pequeña y resguardada, está ubicada en pleno centro de Cascais, cerca de la estación de tren y la Rúa Frederico Arouca. Es un lugar discreto y acogedor para disfrutar del mar.

Playa la Rainha-Okescapadas
Debido a su ubicación céntrica, tiene un acceso más fácil a pie. La playa, con dos terrazas y un balcón de observación en la plaza, lleva el nombre de la reina Dª Amélia, quien solía bañarse allí durante las estadías de la familia real en Cascais.
Cuenta con un Paseo Marítimo de unos 2 kilómetros que recorre la Praia Nossa Senhora Da Conceicao, Praia Duquesa y Praia da Rata hasta llegar a Estoril, donde está la famosa Praia do Tamariz.
La playa de Ribeira, también conocida como playa de Peixe o de los Pescadores, se ubica en la zona más concurrida de Cascais, en la Bahía junto a la Plaza 5 de Octubre. Su nombre se debe a que allí desemboca la Ribera de las Vinhas.

Playa de Ribeira-Okescapadas
Ideal para practicar deportes como el vóley-playa y para estar cerca del ambiente de su paseo marítimo.
Hemos escogido estas dos playas porque son las mejor situadas para tu escapada por Cascais. Si quieres añadir más, te recomendamos la playa do Guincho, una excelente opción para disfrutar del día, a unos 15 minutos en coche en dirección noroeste.
Playa de Gincho y Duna de Cresmina, un área salvaje espectacular, con fuerte oleaje y brisa atlántica. Más que un paraíso para el surf, ofrece arenales vírgenes para tomar el sol y dunas atravesadas por pasarelas de madera, una experiencia natural única.
El paseo marítimo entre Cascais y Estoril es muy agradable y relajado. Se puede ir a pie de una villa a otra en apenas media hora. Durante las primeras y últimas horas del día, está lleno de personas haciendo ejercicio, yendo en bicicleta o paseando a sus perros.
Además de las vistas, el ambiente también está genial. ¡Y no faltan las terracitas!

Casino de Estoril-Okescapadas
Ya que estábamos en Estoril, nos acercamos al Casino, uno de los más grandes y famosos de Europa.
Este casino inspiró a Ian Fleming para su primera novela de James Bond: Casino Royale. 007 nació en Estoril. Durante la Segunda Guerra Mundial, personalidades recalaron aquí.
Los espías de ambos bandos llegaron rápidamente. Entre ellos estaban Ian Fleming y el yugoslavo Popov, apodado «El Triciclo». Un espía doble, mujeriego y atractivo que inspiró a Fleming para crear a su personaje más famoso.
¿Quieres saber más sobre esta historia? Visita el hotel Palacio Estoril. Aunque no te hospedes, podrás ver la galería de fotos de famosos que sí lo hicieron. Y en su bar, el «Bar de los Espías», toma el «verdadero» Martini de James Bond.
La playa de Tamariz en Estoril es un icónico destino turístico. Ubicada frente al Casino y al Chalet Barros (ese edificio que siempre sale en las fotos de Estoril y que parece un castillo medieval), es una playa tranquila y apacible, perfecta para disfrutar del sol y el mar en un ambiente relajado.

Playa de Tamariz-Estoril-Okescapadas
En Cascais hay una gran variedad de hoteles y para todos los gustos, pero es cierto que no es un pueblo nada barato ni para comer ni dormir.
Nosotros estuvimos en Cascais City & Beach Hotel, muy céntrico (a caballo entre las playas de Rainha y Ribeira) y de precio medio. Desde luego podemos recomendarlo.
Si lo que buscas son apartamentos en Cascais, te dejamos unas buenas opciones aquí.
Si hay algo que no faltan en Cascais son sitios donde comer. Hay cocina internacional, cocina tradicional de la zona, como Cataplanas, Mariscarias o Pastelarias.
Por nombrar algunos que nos llamaron la atención: Taberna da Praca, Mariscaria, Gordinni Marina de Cascais o Restaurante María Pia.
Más económicos Taberna Económica de Cascais o la Flecha Azul frente al Restaurante Casa Velha.


