CUDILLERO, EL ANFITEATRO MÁS COLORISTA

Cudillero, una de las villas marineras más visitadas de Asturias

Cudillero, un pequeño pueblo marinero del Cantábrico situado en una ladera entre dos colinas y declarado Conjunto Histórico Artístico, se oculta en un recodo natural, invisible desde tierra y mar. Para descubrir su belleza, debes adentrarte en él. Una vez dentro, nos sorprendió y enamoró su colorido paisaje.

Con sus ríos Santantón y La Mimosa, es una especie de balsa flotante que se hace a la mar. Cada rincón, desde murales hasta flotadores, refleja su esencia marinera. Aquí, el aroma y el sonido del océano te envuelven, haciendo de este lugar un auténtico paraíso costero.

Un puerto pesquero vibrante, donde el sabor del mar se mezcla con la calidez de un pueblo que se aferra a la ladera. Colores vivos y un ambiente cosmopolita invitan a disfrutar de terrazas y sidrerías, creando un rincón acogedor donde los idiomas se entrelazan en armonía.

Este encantador pueblo pesquero es tan pequeño que lo habrás recorrido entero en unas pocas horas. Pero eso sí, las subidas y bajadas por la ladera de la montaña pondrán a prueba tus piernas (es una pena, pero no es apto para personas con movilidad reducida), aún así es un paseo que merece la pena.

Una villa tan singular que tiene su propio lenguaje: “El Pixueto”

Dejamos el coche en el parking del puerto y nos acercamos al pueblo mientras íbamos descubriendo lentamente la paleta de colores que forman sus fachadas, una de las mejores cosas que hacer en Cudillero.

Desde el muelle, los pequeños barcos pesqueros traen frescura a los restaurantes del pueblo. Un imponente faro se alza sobre el acantilado, y al cruzar el puente, las vistas de Cudillero se despliegan, revelando la belleza de este cautivador lugar considerado uno de los pueblos más bonitos de España. ¡Un verdadero deleite para los sentidos!

En esta zona también encontrarás varios puestos de artesanías, redes secándose al sol y la Oficina de Turismo.

Una vez accedimos al pueblo, la Plaza de la Marina nos recibe con su encanto. Este vibrante centro neurálgico de Cudillero está rodeado de terrazas de restaurantes, donde el ambiente festivo te acompañará durante todo el día. No te pierdas el bonito edificio de la Lonja de Pescado.

El nombre de «pixueto» se debe a la gente que ha vivido de la pesca. En la bonita villa pixueta, las pescaderías son un verdadero espectáculo. La frescura y calidad de los productos, presentados con arte, cautivan a los turistas. Quedan maravillados ante los percebes y la vitalidad de los bugres, centollos y bueyes de mar, antes de disfrutar de su delicioso sabor en el plato.

Junto a la Plaza de la Marina está la Plaza de San Pedro donde encontramos el Ayuntamiento y la Iglesia de San Pedro.

Ayuntamiento

Se construyó en el siglo XIX donde antes se alzaba la fortaleza medieval de los señores de Omaña. Su elegante planta rectangular y los dos pisos de mampostería con enmarques de piedra destacan, mientras que la cornisa adornada con triglifos y metopas añade un toque distintivo.

Se han acometido diversas reformas hasta hoy, en la última se cambiaron las melodías del reloj por dos del folclore autóctono (durante el día al son de La Red y por la noche El Perlindango, himno popular de Cudillero).

Iglesia de San Pedro

Fue construida en el S.XVI, siendo renacentista, pero de estilo gótico, y fue sufragada por los vecinos de Cudillero a iniciativa del Gremio de Mareantes.

San Pedro, patrón del pueblo, es celebrado en la Amuravela el día de San Pedro, un sermón laico en verso y dialecto pixueto. Con humor e ironía, se repasan los eventos del año desde un barco colocado en dique seco en la plaza de la Marina, creando un ambiente festivo y comunitario. ¡Una tradición única!

Paseando por las calles del Anfiteatro de Cudillero

Uno de los atractivos de Cudillero es perderse por sus calles. Explora escaleras interminables, pasadizos y coloridas casas de pescadores. Descubre miradores y balcones, donde a menudo verás curadillos (pequeños escualos que se secan o curan en las terrazas) secándose al sol, listos para disfrutar en tiempos de envernada o vigilia.

La Plaza de San Pedro es un buen punto para empezar la ruta por el Anfiteatro. Te recomendamos pasar antes por la Oficina de Turismo donde te facilitarán un mapa con tres rutas a pie que pasan por las calles más bonitas y los mejores miradores, y que además están marcadas en el suelo con diferentes dibujos y colores.

Si te adentras en el anfiteatro y sigues los peces azules pintados en el suelo, zigzaguearás hacia lo alto. Con cada paso, descubrirás distintos ángulos de Cudillero, disfrutando de su belleza y encanto con la música de fondo de las olas del mar y el canto de las gaviotas. Una aventura visual que te aseguramos que no querrás perderte.

Durante la subida y bajada de escaleras y cuestas, nos fuimos encontrando rincones mágicos como las Caracolas de Teixeiras en la calle Fuente del Cantu, una casa cubierta de conchas y convertida en museo. También la calle Salsipuedes que os dejamos la incógnita para ver por qué se llama así, si es que eres capaz de encontrarla, claro.

La Ruta por los Miradores con unas perspectivas únicas

Partimos desde el ayuntamiento donde una señalización recién colocada nos explica los recorridos. Hay tres paseos (azul, rojo y verde) que nos permiten callejear por su conjunto histórico.

Una de las mejores cosas que puedes hacer en Cudillero es descubrir la ruta por los miradores en la cima del pueblo. Desde allí, disfrutarás de vistas impresionantes de las casas escalonadas y el mar Cantábrico de fondo. Es un paseo perfecto para capturar momentos inolvidables y respirar la brisa marina.

Comenzamos con la ruta azul en el lado este del anfiteatro. En la parte más alta del mismo, se encuentra el Mirador de la Garita-Atalaya y desde donde en un vistazo contemplarás el faro, el puerto y la villa. Es el punto final del paseo azul, el más corto, unos 300 metros, y el más empinado.

Desde este mirador te aconsejamos bajar por las escaleras de la estrecha calle Cuesta, una de las más bonitas que visitar en Cudillero.

La ruta verde partiendo desde la Plaza de la Marina nos llevó por estrechas calles como San José, Sol de la Blanca o Cimadevilla (que ya de por sí merece la pena por ser toda ella un mirador) hasta el Mirador de Cimadevilla.

Desde el Mirador de Cimadevilla contemplarás probablemente las vistas más bonitas del pueblo pesquero de Cudillero. La panorámica que ofrece el Mirador de Cimadevilla desde las casas más altas del pueblo con el mar al fondo es una preciosa postal. Los atardeceres desde este punto son dignos de disfrutar.

Continuamos nuestro recorrido hasta el Mirador de la Estrecha para, por fin, bajar de nuevo a la plaza por la calle de la Ribera. Esta ruta verde bautizada como ‘Recorriendo los barrios pesqueros’ es la más transitada y te hará descubrir los tres barrios esencia de Cudillero.

La tercera ruta, la roja, bautizada como ‘El Recorrido de la Espera’ era la que utilizaban las mujeres para ver la llegada del barco de su marido y bajar a ayudar. Se encuentra en la parte oeste de Cudillero.

Esta ruta nos llevó desde la Plaza por la calle San José hasta el Mirador del Pico/Picu, justo en el corazón pixueto. Desde el Mirador del Pico verás una panorámica 360 de todas las casas que trepan por la ladera de la montaña.

Desde aquí podrás encontrar la calle “Sorpresa” de la que ya te hablamos anteriormente. Y desde este lugar y subiendo por la calle San Juan, llegamos al Mirador del Contorno desde el que tendrás unas vistas fantásticas del Puerto de Cudillero. De ahí nos dirigimos al Mirador del Baluarte muy cerca del anterior. Desde este mirador tendrás unas espléndidas vistas a la Plaza de la Marina y gran parte del anfiteatro.

Por último, y justo antes de bajar hasta el Ayuntamiento, nos encontramos el Mirador del Palación.

Desde la Plaza de la Marina puedes subir por unas escaleras hasta el Mirador el Baluarte, situado justo detrás de la Iglesia de San Pedro, si es que no tienes mucho tiempo para hacer la ruta completa.

Descubriendo los alrededores de la Villa de Cudillero

Llegar andando al Faro desde el Puerto por un camino de unos 300 metros, bordeando un saliente de roca, es otra de las cosas imprescindibles que hacer en Cudillero.

Faro de Cudillero

Situado en la Punta Roballera al este de Cudillero, sobre un acantilado de 75 m de altura sobre la rompiente de las olas, es uno de los faros activos más antiguos de España con más de 165 años de antigüedad, y que hoy es un fabuloso hotel en el que sentir la historia marinera de Cudillero y la fuerza del Cantábrico.

Las vistas del hermoso litoral asturiano son impresionantes. Es un lugar ideal para disfrutar del atardecer sobre el Mar Cantábrico.

Capilla Humilladero

A unos 450 metros hacia el oeste desde la Plaza por la calle Suárez Inclán llegamos a la Capilla del Humilladero.

La Capilla Humilladero es el edificio más antiguo del pueblo, su origen data del siglo XIII. Esta capilla es uno de los monumentos más significativos del Concejo de Cudillero.

Este templo medieval gótico ha sido un faro de esperanza para marineros durante siglos, brindando protección y buena suerte. Durante reformas en el siglo XX, se hallaron frescos del siglo XIII, revelando la rica historia y arte que lo rodean, convirtiéndolo en un lugar aún más especial.

La capilla, debido a diversas reparaciones que cubrían casi por completo sus tres arcos ojivales, presentaba desde al menos principios del pasado siglo XX, forma de ermita.

El Pito, la perfecta antesala del anfiteatro pixueto

El Pito, a sólo dos kilómetros en dirección suroeste de la villa pixueta, es el fascinante preludio del anfiteatro. Este soleado pueblo destaca por sus casas indianas y su impresionante conjunto arquitectónico, que incluye la iglesia, las escuelas y el majestuoso Palacio Selgas.

Palacio la Quinta de Selgas

Conocido como el Versalles asturiano, el Palacio Selgas destaca por su belleza paisajística y arquitectónica. Fundado por los hermanos Selgas en el siglo XIX, alberga valiosas obras de arte. También construyeron escuelas e iglesias, dejando un legado cultural significativo en el concejo.

Construido entre 1880 y 1895, este magnífico edificio en estilo francés destaca por su exquisita decoración original, con mobiliario variado y obras de maestros como Goya y El Greco. Además, cuenta con un pabellón que alberga una valiosa colección de tapices y espléndidos jardines de 9 hectáreas, considerados entre los más importantes de España.

Oviñana y el Cabo Vidio

Oviñana, a 15 km en dirección este de Cudillero, es la parroquia donde se encuentra este cabo y ofrece un gran ambiente y gente amable. Disfruta de su excelente gastronomía mientras saboreas un vermú. Además, si te apasionan las rutas a pie o en bici, el Cabo Vidio y sus alrededores te seducirán con su belleza natural.

Cabo Vidio te espera con su atractivo singular. Cada rincón guarda secretos y maravillas que susurran historias mágicas. Al llegar, sentirás que has descubierto un tesoro escondido, un lugar donde la naturaleza y la leyenda se entrelazan, prometiendo aventuras inolvidables.

Este lugar es un punto geográfico estratégico, siendo el segundo más septentrional de Asturias. Desde aquí, en días despejados, puedes disfrutar de vistas impresionantes del Cabo Peñas al este y la Estaca de Bares al oeste.

Este cabo, con su impresionante acantilado de 80 metros, alberga el último faro construido en Asturias y uno de los más recientes construidos en España, justo en la mitad del siglo XX. Destacamos la fascinante Iglesiona, una gran cavidad natural formada por la erosión del mar, rematada en una redondeada cúpula que alcanza los sesenta metros de altura y que es accesible en marea baja.

Nuestra Recomendación: fundamental realizarlo en bajamar y en condiciones de mar en calma. El descenso no es nada sencillo (MUY PELIGROSO) y el último tramo requiere descenso con cuerda.

El acantilado de Vidio es realmente espectacular. Sus cuarcitas y pizarras, dispuestas en perfecta armonía, crean la ilusión de una gigantesca escultura de roca.

El Mirador del Sablón

El Mirador del Sablón, en Oviñana (Cudillero), es un lugar mágico en la Ruta de los Acantilados del Cabo Vidio. Desde su plataforma de hormigón, a más de 100 metros de altura, disfrutarás de vistas espectaculares que te dejarán sin aliento. Un banco perfecto para contemplar la belleza.

Desde el banco del Mirador del Sablón pueden verse la Playa del Silencio, el faro y Cabo Busto y el pueblo de Cadavedo.

Si planeas visitar este espectacular mirador, no te lo pierdas al atardecer. Las vistas impresionantes, junto con una puesta de sol mágica, hacen de este lugar un recuerdo imborrable. ¡Es el momento perfecto para disfrutar y captar momentos únicos!

¡Descubre rincones inimaginables en las playas de Cudillero!

Las playas de Cudillero son un verdadero tesoro. Cada una ofrece una experiencia única, desde tranquilas calas hasta olas desafiantes. Descubre sus rincones ocultos, disfruta de las piscinas naturales en marea baja y déjate llevar por su belleza indómita y salvaje.

Playa de Vallina

La playa de Vallina o De Gallo, en Cudillero, con su arena blanca y bolos, se extiende por más de un kilómetro. Poco visitada, es ideal para quienes buscan tranquilidad. Además, el río Vivigo añade un toque natural a este rincón virgen.

Su acceso es a pie, sencillo y por pista, y se convierte en sí mismo en un atractivo paseo. Varias cascadas y antiguos molinos de agua conducen al visitante hasta la playa. El último de estos molinos ( según inscripción de 1904) está casi al pie de las olas.

Te gustaría una visita guiada por las playas del Silencio y el Cabo Vidio además de Cudillero y mucho más: Aquí la puedes reservar

Playa del Silencio o Gavieiro

Dejando el coche en un parking habilitado, descenderás por un camino que te sorprenderá. Los miradores ofrecen vistas imponentes de esta maravilla natural en forma de concha, resguardada por acantilados y pequeños islotes que suavizan el poderoso oleaje del Cantábrico.

Probablemente una de las playas más bellas de todo el occidente. Es un paraje casi virgen, aunque muy visitado. No dispone de servicios, y quizá por ello su belleza se conserva intacta.

Tiene una longitud de unos 500 metros, muy poca arena ya que la mayoría de la superficie es de cantos rodados (pero en muchas zonas de pequeño tamaño, lo que no resulta incómodo). A ser posible, visítala en la bajamar.

Playa de los Campizales

La playa conocida como los Negros, es en gran parte un pedrero, de gran belleza. Allí se alza una imponente peña perforada, mientras pequeñas embarcaciones de pesca descansan en su descenso. A la derecha, una pequeña cascada añade un toque mágico.

Playa de Gueirúa

Para disfrutar de la playa, hay que dirigirse al cautivador pueblo de Santa Marina. Toma el camino hacia el este y sigue una senda de más de un kilómetro. La bajada dura unos 15 minutos. No hay aparcamiento, así que es mejor dejar el coche en el pueblo.

Una playa que asombra por su belleza, evocando paisajes de la trilogía del Señor de los Anillos. En su extremo oriental, islotes de piedra emergen del Mar Cantábrico, restos de una antigua punta de cuarzo y pizarra. Esta zona llamada La Forcada separa Gueirúa de El Calabón, accesible en marea baja desde Gueirúa.

Dónde dormir y comer en Cudillero

Cudillero es un enclave excepcional donde podrás degustar gran variedad de platos, desde la tradicional fabada, elaborada con la Faba Asturiana, a los pescados y mariscos del Cantábrico. Todo ello acompañado, por supuesto, por la deliciosa Sidra de Asturias.

 Los sitios para comer más recomendados

Aquí te dejamos unas sugerencias: Casa Mari-Sidrería es una apuesta segura y recomendable reservar. Recomendada la fabada asturiana o fabas con almejas, cachopo de jamón y queso, o un arroz negro.

Sidrería El Remo es otro de los locales legendarios de Cudillero, donde comer de maravilla y a buen precio. Te recomendamos compartir unas zamburiñas y un cachopo que está relleno de cecina, queso Vidiago, pimientos y espárragos.

Restaurante Casa Julio situado en la Plaza de la Marina de Cudillero, es perfecto para sentarse y tomar una sidra o una cervecita con algo para picar, como unos chorizos a la sidra, unos chipirones fritos o unos fritos de pixin.

En El Rincón de Berto y el Bar Pedro, la cocina es casera y de buena calidad.

Alojamientos recomendados por los viajeros

Para dormir os dejamos estas opciones que creemos que os ayudarán: la Casona de Pío, un hotel boutique que combina lo clásico, lo lujoso y lo rústico en su diseño interior. A 100 metros del puerto de Cudillero y, donde sin duda, el personal, el trato y amabilidad te hacen la estancia más bonita.

La Casona de la Paca donde el centro de Cudillero se encuentra a sólo 5 minutos a pie del hotel. Una antigua finca rural asturiana que ofrece un ambiente cálido y armónico, perfecto para una estancia relajante. El hotel está rodeado de hermosos jardines.

Hotel Boutique El Pescador que cuenta con interiores rústicos y un restaurante con vistas panorámicas. El restaurante de El Pescador, recomendado en las guías Michelin y Repsol, prepara una variedad de platos tradicionales asturianos y especializado en pescado. Un hotel con mucho encanto y vistas preciosas desde la habitación.

Además te dejamos una lista de apartamentos rurales y casas rurales con encanto para tu elección.