PEÑÍSCOLA, LA VILLA DEL PAPA LUNA

Peñíscola, medieval y marinera

Situada en una hermosa península en la Costa Norte de la provincia de Castellón, esta villa es conocida por su impresionante castillo templario que se alza majestuosamente sobre el mar Mediterráneo. Fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1972.

Peñíscola es uno de los pueblos con más encanto de España. Un destino bañado por el Mar Mediterráneo con una gran belleza natural, histórica y gastronómica; un auténtico placer para los sentidos. La llaman la ciudad en el mar: Peñíscola, medieval y marinera.

Ubicada en la idílica Costa del Azahar en la Comunidad Valenciana, se ha convertido en un destino idílico para los que buscan combinar el turismo de sol y playa con visitas más culturales.

Fueron los griegos quienes la llamaron por primera vez “península” (Chersonesos) y los romanos quienes tradujeron al latín ese nombre a pene + iscola (“casi isla”), de donde procede su topónimo actual.

Un rincón de cine

Los históricos rincones de Peñíscola han sido escenario de producciones cinematográficas desde 1913, cuando fue la localización elegida para rodar la película de cine mudo Ana Cadova, dirigida por Fructuós Gelabert.

Pero su internacionalización como plató llegó en 1961 con El Cid, protagonizada por los mediáticos Charlton Heston y Sophia Loren.

El director Luis García Berlanga, muy querido en Peñíscola, también filmó aquí más de una veintena de producciones, como sus icónicos largometrajes Calabuch o París Tombuctú.

Y en la historia más reciente de la Peñíscola de cine, Juego de Tronos también eligió la ciudad castellonense para rodar su sexta temporada y, en clave nacional, la serie El Chiringuito de Pepe.

Recorremos los mejores rincones de Peñíscola

Avenida Papa Luna

Después de dejar el coche en el parking del hotel o en la zona azul más cercana al centro histórico, puedes recorrer andando la Avenida Papa Luna que discurre en paralelo a la Playa Norte. Aunque desde todo el paseo se tienen vistas únicas, uno de los puntos más fotografiados se sitúa delante de las letras grandes de Peñíscola con el castillo de fondo. Es ideal para llevarte un buen recuerdo de la ciudad.

Iniciamos nuestro recorrido atravesando el Portal de Santa María.

Portal de Santa María

Es el portal que da acceso a la Plaza de Santa María, donde se encuentran numerosas terrazas de bares, y donde encontrarás también unos imponentes arcos que sirvieron en sus tiempos para albergar tropas y víveres.

Al atravesar la puerta aparece la Plaza de Santa María, una plaza medieval que ha sido escenario de numerosas películas y series, entre ellas la mencionada Juego de Tronos.

Nos dirigimos ahora hacia la Plaza del Ayuntamiento. Junto a ella vemos la Iglesia de Santa María y el Portal Fosc.

Iglesia de Santa María

La Iglesia de Santa María es del siglo XIII y fue reconstruida en el siglo XVIII, con un estilo gótico inicial y posterior ampliación barroca. Es la parroquia que se utiliza habitualmente para las liturgias y ceremonias religiosas en la población.

Portal Fosc

Era el principal portal de acceso a la ciudad, y eso se puede ver en su arquitectura militar reforzada en el siglo XVI para adaptarlo al nuevo armamento.

El portal se halla al final de una larga rampa que dificultaba el acceso al ejército atacante, y que además estaba dividida por un codo de 180 grados que dificultaba las maniobras para asaltarlo. Numerosas almenas defensivas lo custodian desde las alturas.

Dentro del portal, que está formado por una doble puerta también zigzagueada para dificultar su asalto, encontrarás habitaciones, hoy cerradas y no visitables, para el cuerpo de guardia que controlaba el acceso a la ciudad.

Baluarte del Calvario

Este baluarte, que vigilaba uno de los flancos de la bahía de Peñíscola de posibles ataques por mar, formaba parte de una gran muralla renacentista del siglo XVI que rodeaba al pueblo y que lo convertían en casi inexpugnable al estar construido sobre un peñón que se adentra en el mar.

Junto al Baluarte del Calvario se ubica el Parque de la Artillería, la única zona verde del casco antiguo.

Parque de la Artillería

Situados debajo del castillo, en estos jardines del siglo XX se localizaban piezas de artillería para frenar los ataques de los piratas berberiscos. Gruesos muros, cañones, fosos, casamatas, el polvorín o los pasillos subterráneos son un decorado único que se ha aprovechado hasta en series tan reconocidas como Juego de Tronos, que rodó aquí algunas de sus escenas.

El Parque de Artillería es a la vez el jardín del castillo. Forma parte del mismo recinto que el castillo, aunque tienen dos accesos diferenciados.

La entrada al Parque de Artillería se hace por la Calle del Olvido, y para entrar necesitarás la misma entrada que para el castillo. Los horarios y precios son los mismos que en la fortaleza, y también te interesará saber que puedes entrar a uno u otro sitio en días diferentes.

Subiendo en dirección al castillo pasarás por delante de la Iglesia de la Virgen de la Ermitana, situada en la bonita Plaza de Armas e integrada en las murallas del Castillo.

Ermita de la Virgen de la Ermitana

Construida entre 1708 y 1714, sustituyendo a una antigua capilla, esta ermita se caracteriza por su estilo barroco, su torre campanario de planta cuadrada y por tener en la fachada motivos militares y el escudo de Felipe V.

La Iglesia de Nuestra Señora de la Ermitana es la iglesia que alberga la imagen de la patrona de Peñíscola, la Mare de Déu de l’Ermitana, en cuyo honor se celebran las fiestas patronales en el mes de Septiembre. Su visita está cerrada al público habitualmente, aunque podrás disfrutar de la decoración de su fachada, repleta de motivos militares.

Estatua del Papa Luna

Esta estatua de bronce rinde homenaje al personaje más popular de Peñíscola: el Papa Luna. Fue instalada en 2007 y es obra del escultor Sergio Blanco. La encontrarás en la entrada del castillo y te podrás acercar hasta ella para tu fotografía.

Castillo de Peñíscola, castillo que jamás fue rendido a ningún enemigo

El Castillo de Peñíscola es un lugar extraordinario y de visita obligada por cuatro motivos fundamentales:

–Su origen templario.

Fueron los caballeros templarios los que edificaron el castillo sobre los restos de la antigua alcazaba árabe, entre 1294 y 1307. Además de ser una fortaleza militar, al ser los templarios monjes, el propio castillo era a la vez un monasterio. Así, por ejemplo, el patio de armas era también un claustro.

–Sede Papal.

El Papa Luna (Benedicto XIII) se instaló en el castillo en el año 1411 y lo transformó en la sede de su pontificado, es decir, centro del mundo católico, hasta su muerte en 1423. En pleno Cisma de Occidente, el Papa Luna luchó desde aquí para defender la legitimidad de su papado, oponiéndose a la mismísima Roma.

La estancia del Papa en el castillo dejó en él una huella imborrable, con unas dependencias pontificias que se pueden visitar hoy y que maravillan al visitante.

Para ejercer sus funciones papales, el Papa Luna reformó el castillo embelleciéndolo con jardines y fuentes. Habilitó el Salón Gótico para recibir audiencias y embajadas. Mejoró la iglesia donde fue enterrado tras su muerte, y dejó el legado de la vida de un Papa en sus estancias y estudio o la Biblioteca Pontificia, una de las únicas fuera del Vaticano.

–Fortaleza moderna.

Durante el siglo XVI, bajo el reinado de Carlos I y Felipe II, se llevó a cabo una modernización de la fortaleza para adaptarla al nuevo armamento basado en la artillería pesada.

Se reforzaron los baluartes haciéndolos resistentes al impacto de las contundentes balas de los cañones, y se construyeron los fosos y parapetos necesarios para responder al fuego enemigo.

–Sus impresionantes vistas.

Las vistas desde el castillo de Peñíscola son únicas. Desde su azotea, poblada de almenas medievales, podrás ver la caída libre hasta el mar, los jardines del Parque de Artillería con una perspectiva aérea impresionante, la costa levantina hasta las montañas del Delta del Ebro y dels Ports, la península de Peñíscola poblada de tejados e iglesias, las dos playas que flanquean la localidad y la inmensidad del mar.

Horario de visita: de Octubre a Marzo de 10:30h a 17:30h; el resto de meses de 9:30h a 21:30h. Te podemos recomendar el tour guiado por el castillo y la ciudad amurallada.

A salir de la fortaleza nos acercamos al Faro de Peñíscola, situado junto a la Batería del Terraplén, que ofrece unas privilegiadas vistas de la fachada oriental del castillo y el Mediterráneo.

Faro de Peñíscola

Es uno de los elementos más característicos de la ciudad y que le da el aire marinero que merece por la relación que la ha unido históricamente al mar y a sus oficios. Actualmente el faro es la sede de la Diputación donde se pueden adquirir las entradas para el castillo y el Parque de Artillería.

Esta torre octogonal blanca de 11 metros de altura fue inaugurada en 1899 y emite una señal de luz que alcanza las 23 millas náuticas (42 kilómetros).

La Casa de las Conchas o de les Petxines, situada a pocos metros del faro, es uno de los edificios más sorprendentes que ver en Peñíscola.

Casa de las Conchas

La Casa de Les Petxines (Casa de las Conchas en español) es uno de los edificios más fotografiados de Peñíscola.

Esta casa se caracteriza por tener la fachada cubierta totalmente de conchas, que esconde una curiosa historia. Y es que hace más de 50 años una familia local, en homenaje al amor que sentían por el mar, fue revistiendo de conchas autóctonas su fachada, que iban adquiriendo intercambiando tabaco a varios marineros de la zona.

Casco Antiguo

Uno de los encantos de Peñíscola es su antiguo casco urbano amullarado. Peñíscola es una península que se adentra en el mar, unida a tierra por un estrecho brazo que hoy está flanqueado por dos playas de arena, una a cada lado, y el paseo marítimo con sus bares y restaurantes.

Su forma de península, con el recinto amurallado sobresaliendo del mar y coronado por la inconfundible silueta del castillo templario, es una de las estampas más llamativas de Peñíscola.

Desde la Casa de las Conchas puedes realizar una ruta por el Casco Antiguo empezando por la Calle San Roque, repleta de tiendas de souvenirs y otro de los lugares más fotogénicos que visitar en Peñíscola.

Durante el recorrido pasarás por empinadas callejuelas adoquinadas como la Calle Mayor o la Escaleta, rodeadas de casas antiguas marineras de fachadas pintadas de blanco y repletas de flores de todos los colores.

Te sentirás dentro de un pueblo marinero de cuento que, además, está rodeado de unas imponentes defensas militares. Una sensación que encontrarás en muy pocos lugares del mundo.

Museo de la Mar

Este pequeño museo está emplazado sobre el Baluarte del Príncipe, que es la muralla situada más al Este del promontorio, configurada en el siglo XVIII como un cuartel de artillería.

Aquí podremos conocer los aspectos marítimos de Peñíscola, desde sus primeras culturas hasta el día de hoy en su vertiente cultural, natural, histórica y arqueológica.

En el museo se puede acceder a información sobre los diferentes tipos de pesca existentes, un pequeño acuario donde contemplar las diferentes especies que habitan la zona de Peñíscola y una extensa variedad de ánforas rescatadas del mar.

El Bufador

El Bufador de Peñíscola está situado en la zona este cercano al Fortín del Bonete y es un auténtico capricho de la geología.

Se trata de un túnel excavado en la roca de forma natural por la erosión de las olas a lo largo de los años que conecta el casco antiguo con el Mar Mediterráneo. Cuando la marea está movida se puede escuchar cómo rugen las olas cuando, impulsadas por el aire, entran y salen por el corredor produciendo un bufido, una auténtica delicia auditiva.

Portal de Sant Pere

También conocido como Portal de la Luna por el escudo del Papa Luna que corona su arco de entrada. Este portal medieval está junto al puerto y un hermoso estuario donde podrás ver abundantes peces y aves acuáticas.

El Puerto y las Playas de Peñíscola

Después de salir del casco antiguo por la Puerta de San Pedro, construida en el siglo XV por orden del Papa Luna, puedes acercarte al puerto pesquero para ver las capturas del día de cada barco.

El Puerto

Situado debajo de las murallas y protegido del fuerte oleaje por un enorme espigón, este puerto es junto al turismo uno de los grandes motores económicos de la zona y cuenta con una importante flota de barcos de todos los tamaños, además de una zona para embarcaciones de recreo.

Playa Norte

La playa más conocida de Peñíscola es la Playa Norte, desde la cual disfrutarás no sólo del mar y el sol, sino también de las impactantes vistas del castillo y la ciudad amurallada.

Esta playa dispone de todo tipo de servicios. La Playa Norte tiene una extensión de cinco kilómetros de arena, que llevan desde los baluartes del castillo hasta la Urbanización Peñismar.

La Playa Norte se distingue por su excelencia y calidad, avalada por múltiples certificaciones de prestigio.

Playa de Migjorn

La Platja de Migjorn (Playa de Mediodía, en español) es una bahía que queda justo al Sur de la Península de Peñíscola y la separa de la Sierra de Irta, que empieza a pocos metros de la ciudad. Esta playa ha sido siempre un puerto natural que ha sido utilizado por romanos, árabes, templarios.

Se sitúa junto al puerto pesquero y da paso a la costa más abrupta donde hay diversas calas. Se caracteriza por la arena fina que compone sus cerca de 300 metros de longitud y 35 metros de anchura.

Calas de la Serra d’Irta

La Serra d’Irta (Parque Natural y Reserva Marina de Sierra de Irta), que empieza en la misma Peñíscola, al Sur de la Platja de Migjorn, es una de las últimas sierras litorales que permanecen sin edificarse y una de las pocas zonas vírgenes de la costa levantina.

Se trata de pequeñas calas de aguas transparentes, la mayoría de ellas esculpidas por el agua en la roca. Algunas de las calas más conocidas son la Cala Argilaga, la Cala Badum, la Cala de l’Aljub y las Playas del Pebret con la Duna del Pebret y del Russo.

Marjal de Peñíscola

El Marjal de Peñíscola es una reserva de flora y fauna que podrás visitar a través de un camino habilitado con plataformas de madera y que empieza en el mismo centro de Peñíscola. Podrás recorrer varios kilómetros admirando los canales de agua que se mantienen como hogar de especies acuáticas y anfibias como peces, reptiles, anfibios, patos y otras aves.

Si haces una ruta en coche por Peñíscola y tienes un poco de tiempo libre, te recomendamos visitar las Coves de Sant Josep (aquí tienes nuestro artículo). Se trata de un sistema de cuevas que esconden uno de los ríos subterráneos navegables más largos de toda Europa.

Dónde comer y dormir en Peñíscola

Algunos de los platos más característicos de Peñíscola son el famoso All i Pebre (que consiste en una salsa típica que se utiliza para cocinar pescados, especialmente la anguila), las cañadillas (unos caracoles que se recogen en el mar y que se suelen comer como entrante o aperitivo) o el suquet de pescado (un guiso elaborado con pescado al que se le añaden patatas, además de sus arroces).

Los sitios para comer más recomendados

Restaurante el Peñón, ubicado en el corazón del centro histórico. Tiene una carta en la que se percibe la tradición familiar y una atención insuperable.

El Pescador Ermitaño, situado en la Avenida del Papa Luna. Podrás disfrutar de sus arroces, paellas, suquets de peix (guiso marinero a base de caldo, patatas y rodajas de pescado) y una gran variedad de tapas y postres.

Bar y Pulpería El Rebost, con una ubicación fantástica en el centro histórico. La carta se basa en tapas o raciones con una relación calidad-precio insuperable.

Bar Muralla Al Masset, se halla al lado de la muralla, con unas vistas únicas. Una carta en la que abundan las opciones de tapeo, recomendable que no dejes de probar el all i pebre de pulpo.

Restaurante Xulos, está a pocos pasos del centro histórico. Si quieres probar un arroz en Peñíscola o un buen suquet de peix, éste es tu sitio.

Alojamientos recomendados por los viajeros

Hotel & Spa Castillo de Peñíscola, situado en la playa, con vistas al Castillo de Peñíscola y a 5 minutos a pie del centro de la ciudad. Un hotel renovado, bonito, céntrico y cómodo.

Hotel Boutique RH PortoCristo, un establecimiento elegante ubicado en la Playa de Peñíscola y que goza de vistas al famoso Castillo del Papa Luna. Destacan la comodidad y tranquilidad del hotel, la piscina y el jacuzzi.

Aparthotel Acualandia, un Apartotel junto a la playa de Peñíscola con parque acuático y restaurante. Alojamiento tranquilo, comida variada y buena, entretenimiento para niños y adultos.

Hotel Boutique Barra Alta – Adults Only, un hotel de 2 estrellas a pocos pasos de Playa del Norte. Una buena localización y el personal súper amable y educado. Sorprendente para ser un 2 estrellas.

Aquí te dejamos una lista de apartamentos seleccionados en Peñíscola.