PLASENCIA, LA PERLA DEL VALLE

Plasencia: “para agradar a Dios y a los hombres”

A Plasencia se la considera la capital del norte de Extremadura. Su ubicación es ideal, ya que está muy bien comunicada gracias a la A66, la Autovía de la Plata. Esto significa que puedes llegar fácilmente desde Cáceres, que está a poco más de media hora, o desde Salamanca, que queda a algo más de hora y media al Norte.

Plasencia limita con varias mancomunidades impresionantes como el Valle del Jerte, La Vera, Monfragüe, el Valle del Alagón, el Valle del Ambroz y Tierras de Granadilla. Cada una de estas áreas ofrece paisajes naturales espectaculares.

Es conocida como la Perla del Norte o la Perla del Valle. Es una de las candidatas a Patrimonio de la Humanidad. De momento es Conjunto Histórico Artístico que no es poco.

Fue habitada hasta el siglo XII por romanos y árabes, hasta que el rey Alfonso VIII de Castilla la reconquistó y la fundó en el año 1186. Plasencia se ubica a orillas del Río Jerte y destaca por su casco antiguo declarado Bien de Interés Cultural y por su acogedor ambiente medieval.

Recorremos la villa medieval de Plasencia

Comenzamos nuestro recorrido por la Puerta de Coria por la que se accedía al barrio de la Magdalena y a la primera judería de la ciudad.

Estaba defendida por una torre en el lado derecho y por la quebrada de la Mota. El arco de acceso fue reformado por otro más amplio a finales del siglo XVI.

Iglesia de la Magdalena

Es la más antigua de Plasencia y tiene unos enterramientos mozárabes del siglo IX. En sus inicios, la Iglesia de la Magdalena constaba de tres naves y, por tanto, tres ábsides. Hoy se conservan únicamente dos ábsides, ya que en 1811 fue saqueada e incendiada por las tropas napoleónicas.

En su rehabilitación en 2008 se apostó por el cristal, creando un juego de reflejos y sin restar protagonismo a parte de la muralla medieval. El complejo alberga un centro para la promoción de la artesanía extremeña.

Parador de Plasencia

Construido en el siglo XV en estilo gótico, este parador, también llamado de San Vicente Ferrer, conserva su magnífica arquitectura original. Está situado en el Convento de Santo Domingo y dentro de los veinte paradores mejor valorados de España.

Entre sus rincones con más encanto se halla el claustro del convento de estilo isabelino, la escalera monumental, la sala capitular y el refectorio, todos ellos visitables aunque no estés alojado en el hotel.

Al salir del Parador te encontrarás con la monumental portada de entrada a la Iglesia de San Vicente Ferrer, un anexo del convento de los frailes dominicos.

Iglesia de San Vicente Ferrer

Esta iglesia del Convento de Santo Domingo, que fue fundada por la familia de los Zúñiga en el siglo XV, destaca por su portada renacentista con cuatro columnas de orden corintio en su exterior.

En el interior tiene numerosas capillas laterales que sirvieron de mausoleo para las familias nobles placentinas, una sacristía con un altar de azulejos de Talavera y un valioso retablo mayor de estilo manierista, del siglo XVI.

El Palacio de Mirabel, situado junto a la iglesia de San Vicente Ferrer, fue declarado Bien de Interés Cultural y es el edificio de carácter civil más importante en Plasencia.

Palacio del Marquesado de Mirabel

Construido en el siglo XV por Álvaro de Zúñiga, de la poderosa Casa de los Zúñiga y nombrado Duque de Plasencia por los Reyes Católicos, este palacio fortaleza está anexado al convento de Santo Domingo mediante un jardín colgante.

En el exterior impacta su fachada renacentista con un bonito balcón de estilo plateresco, ubicado en la parte posterior.

Un palacio del siglo XV que sólo es visitable en algunas épocas del año. Si está el cartel en la puerta de “visitable”, llama al timbre y espera a que el guarda te abra.

La entrada cuesta 5€ y sólo se puede pasear por sus salones, la bodega y la cocina, entre otras salas. La sensación es de abandono y muchas de las habitaciones estaban cerradas.

También se recorren sus patios. Uno de ellos, el patio de dos plantas con sus arcos, donde hay una colección de piezas arqueológicas romanas y azulejos provenientes del Monasterio de Yuste.

Lo mejor es subir a la torre para ver la ciudad y las vistas desde la terraza del jardín colgante que da a la Plaza de San Nicolás.

Plaza de San Nicolás

La fachada del Palacio de Mirabel da a la Plaza de San Nicolás que recibe el nombre de la iglesia que la preside.

Después de observar las elegantes fachadas y la bonita fuente central de esta plaza, entramos en la Iglesia de San Nicolás, construida en el siglo XIII en estilo románico aunque reformada en el siglo XV en estilo gótico.

En la fachada encontrarás un campanario y dos magníficas portadas románicas, mientras que en el interior resaltan sus bellos retablos y una antigua pila bautismal.

Palacio de los Monroy

Situado a medio camino entre la Catedral de Plasencia y el Parador de Turismo, fue construido en el siglo XIV y se le conoce en Plasencia como Casa de las Dos Torres. Hoy en día sólo verás la torre Norte, ya que la Sur fue derribada en el siglo XIX. No se puede visitar por dentro.

Localizado a pocos metros de la Plaza de San Nicolás, fue erigido por la poderosa familia placentina de la Casa de Monroy. Es considerado el palacio más antiguo de Plasencia.

Esta casa señorial conserva su portada gótica guarnecida por dos leones y su torre, que muestra en su parte superior el escudo de los Carvajal, familia que compró la casa a los Monroy tras apoyar militarmente a los Reyes Católicos y convertirse en la más influyente de la ciudad.

Desembocamos en la calle Trujillo y justo al final, una vez pasado el Museo Etnográfico Textil, nos encontramos en la Puerta de Trujillo.

Puerta de Trujillo o Cañón de la Salud

Es la puerta mas importante de las murallas que protegían esta villa en la época medieval.

Esta llamativa puerta con dos arcos de medio punto y bóveda de cañón, se reformó en el siglo XVIII añadiendo una pequeña ermita en honor a la Virgen de la Salud entre los dos torreones que la flanqueaban.

Una vez que cruces la puerta, puedes ver el escudo de los Reyes Católicos y una lápida que conmemora la toma de la ciudad por las tropas de estos reyes en 1498, entrando por esta misma puerta.

Tomando la calle Trujillo en dirección a la Plaza Mayor te encontrarás varias placas en el suelo que recuerdan los nombres de las familias hebreas que vivían en la antigua judería, situada entre la Plaza Mayor y la Puerta de Trujillo, hasta que su comunidad fue expulsada en 1477 por los condes de Plasencia.

Junto a la Puerta de Trujillo hallamos el Palacio Episcopal.

Palacio Episcopal

Justo frente a la entrada de la Catedral Vieja de Plasencia. Se empezó a construir en el siglo XV por el obispo Gutierre Álvarez de Toledo y que a lo largo de los siglos, los diferentes obispos han ido realizando muchas modificaciones.

El palacio no se puede visitar por dentro, pero sí puedes entrar al patio en el que verás el claustro renacentista de doble altura. Sólo abre por las mañanas.

Desde la Catedral de Plasencia a la Torre Lucía para salir de las murallas

La Catedral está formada por dos edificios, la Catedral Vieja y la Catedral Nueva. La idea era ir tirando la vieja a medida que se hacía la nueva, pero al quedarse sin dinero, decidieron juntarlas por lo que podrás ver a día de hoy la diferencia de estilos. La conocen como la Catedral híbrida de Plasencia.

Catedral Vieja o de Santa María

Construida entre los siglos XIII y XV, en ella está el Museo Catedralicio. Este edificio es un ejemplo de transición del románico al gótico que puedes apreciar en el magnífico claustro interior.

En el exterior, destaca la cúpula cónica, decorada con escamas y que termina en una bola estriada que ha dado lugar al popular nombre de “Torre del Melón”.

Impresiona ver desde el interior, cómo han construido una catedral sobre la otra, sin llegar a reemplazarla y es muy curioso ver el muro cortado sobre el claustro.

Catedral Nueva o de la Asunción

Se construyó entre los siglos XV y XVIII. La Catedral Nueva es una auténtica maravilla arquitectónica realizada por los mejores maestros de la época. Posee dos fachadas renacentistas de estilo plateresco, la principal es obra de Juan de Álava, que la terminó en 1558.

En su exterior, en la fachada plateresca se echan en falta las esculturas, y aunque durante mucho tiempo se achacó en la ciudad que “las robaron los franceses” en la Guerra de la Independencia, la verdad es que nunca se hicieron y dejaron el retablo de piedra vacío.

Está rodeada por una gruesa cadena que la leyenda dice que son “las de las Navas de Tolosa” que Alfonso VIII donó a la ciudad.

Fue declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento en el año 1931.

Éstas son nuestras recomendaciones: el sepulcro del obispo Ponce de León, la bóveda de crucería, el coro con su magnífica sillería, el altar mayor y el órgano.

Se visitan juntas pagando una pequeña entrada de 8€ que incluye la audioguía o puedes hacer una visita guiada que incluye otros puntos de interés en Plasencia.

Calle Santa Clara

Saliendo de la Plaza de la Catedral por la estrecha calle Santa Clara te encontrarás con la portada del antiguo Convento de Santa Clara que todavía conserva su claustro y en la actualidad es un centro cultural de entrada gratuita.

Al final de la calle Santa Clara se ubica la Iglesia de San Esteban, que data del siglo XV y destaca por un ábside gótico, un retablo mayor plateresco-barroco y, sobre todo, un Santísimo crucifijo del siglo XIV.

Plaza Mayor de Plasencia

Es una plaza mayor muy coqueta cuyo edificio más importante es el Palacio Municipal, actual sede del Ayuntamiento, que maravilla por su fachada de estilo medieval con el escudo de Carlos V.

Te recomendamos el Abuelo de Mayorga en la Plaza Mayor. Una figura humana que toca cada hora en el tejado de la Casa Consistorial.

Tomamos la calle del Rey y nos detenemos en la Casa de las Argollas que data del siglo XIII. Fue un escenario crucial en la historia de Plasencia y en la de toda España. Desde aquí salió en 1475 el cortejo nupcial de Juana la Beltraneja para casarse con el rey Alfonso V de Portugal, ceremonia que se celebró en la Plaza Mayor.

Las argollas de su fachada nos indican los beneficios de esta casa sobre el derecho de asilo, un privilegio por el cual cualquier persona que hubiese cometido algún delito se podría acoger a ella.

A continuación llegamos a la Plaza de Santa Ana donde vemos la Iglesia de Santa Ana que fue construida sobre el solar que ocupó la primera catedral de Plasencia. Edificada en el siglo XVI, y actualmente reconvertida en Auditorio, sobre su portada principal exhibe imágenes a tamaño natural de Santa Ana, la Virgen María y el Niño Jesús talladas en piedra.

Llegamos a la Torre Lucía con su centro de interpretación.

Muralla de Plasencia

Uno de los símbolos de Plasencia es su muralla, que tenía cinco puertas y fue mandada construir por el rey Alfonso VIII en el siglo XII.

Con tres grandes torres defensivas, siendo una de ellas la Torre Lucía. La Torre Lucía, es el lugar por donde se accede a la muralla y en su interior está el Centro de Interpretación de la Ciudad Medieval de Plasencia, con entrada gratuita.

Es interesante subir a la parte más alta de la torre para pasear por la muralla, subir a los torreones y ver las vistas de la ciudad.

Salimos de la villa amurallada para llegar al Acueducto de san Antón.

Acueducto de San Antón

No es tan grande, ni romano, como el de Segovia (es medieval), pero este acueducto del siglo XVI tiene su encanto y está a tan sólo un pequeño paseo del centro de Plasencia.

Fue construido en el siglo XVI por Juan de Flandes. En la actualidad se conservan 55 arcos de medio punto en sus 300 metros de longitud, la mayoría de ellos en la zona de San Antón.

Su función era traer el agua fresca desde la sierra al desaparecido Alcázar de Plasencia.

Recorriendo los alrededores: un paseo por la Comarca de la Vera

Monasterio de Yuste

En una ladera de la Sierra de Tormantos, a dos kilómetros de Cuacos, se erige el Monasterio de San Jerónimo de Yuste, un imponente cenobio donde el emperador Carlos I de España y V de Alemania pasó los dos últimos años de su vida.

El Monasterio de Yuste es un castillo gótico situado en Cuacos de Yuste, en la comarca de La Vera, cerca del Valle del Jerte. Conocido mundialmente por ser la última morada del Emperador Carlos V y se puede visitar como museo histórico con exposiciones sobre su historia y la del castillo.

Sus orígenes se remontan al siglo XIII, cuando el propietario de los terrenos que hoy ocupa el monasterio, los cedió a una comunidad religiosa, los “Ermitaños de la Pobre Vida”, para que construyeran un convento.

A mediados del siglo XVI el Emperador Carlos I de España, al elegir este lugar como residencia para terminar sus días y, tras abdicar en favor de su hijo Felipe II, edificó unida a la iglesia una casa palacio de dos plantas con cuatro estancias cada una, alrededor de un patio interior.

En la Guerra de la Independencia el convento fue incendiado y prácticamente destruido. Los Jerónimos fueron expulsados y el monasterio puesto en subasta, iniciándose una época de abandono y deterioro del edificio.

El convento actual se reconstruyó sobre las ruinas del viejo monasterio. Se declaró Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento en 1931 y Patrimonio Nacional en 2004 y Europeo en el año 2007.

Ofrece vistas impresionantes del paisaje natural que lo rodea, como los bosques de la Sierra de Gredos y el río Tiétar.

Horario de Martes a Domingo de 10 a 18 horas. Acceso gratuito: miércoles y domingos de 15:00 a 18:00. Entradas en este enlace.

Garganta la Olla

Garganta la Olla es uno de los pueblos más bonitos de la comarca de La Vera, al Noreste de su provincia y a poco más de 100 kilómetros de la ciudad de Cáceres. El municipio está protegido por la sierra de Tormantos y destaca por las gargantas que le dan nombre. En 1978 fue declarada Conjunto Histórico Artístico.

Entre los edificios representativos destacan la Casa de la Seda, en ocasiones residencia de los Duques de Alba, y la Casa de Contratación de la Seda, de donde salían bellos hilos para confeccionar tejidos para la Corte.

También hallamos edificios religiosos dignos de visitar como la Iglesia de San Lorenzo, del siglo XVI, declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. Sobresale su campanario de más de 30 mts.

Uno de los mayores tesoros que alberga es el órgano de estilo barroco. La Ermita del Santísimo Cristo del Humilladero data del s. XVI y su elemento más representativo es el altar de azulejos talaveranos.

Caminando hacia el centro del pueblo se llega a la Casa de Postas, una antigua posada muy bien conservada. Entre las construcciones típicas de sus calles destaca la Casa de las Muñecas, un antiguo prostíbulo con fachada azul y una muñeca sobre su dintel que le da nombre.

Otras cosas que ver son el Museo de la Inquisición con objetos originales, la curiosa Casa de la Peña aparentemente sujetada por tres postes y todo el barrio de la Huerta con sus casas con balcones llenos de flores.

Al final, todas las calles llevan hasta la plaza Mayor de la villa presidida por el Ayuntamiento y con la Oficina de Turismo de Garganta la Olla. El edificio concejil en la plaza Mayor, porticado y donde se localiza la “picota” del suplicio, es el lugar donde se presentaba en público a quienes contradecían la ley.

Como curiosidad, en Garganta la Olla hay una leyenda que cuenta que la hija de una poderosa familia fue abandonada en el altar y como venganza mataba a los hombres que embaucaba en la cueva de la sierra en la que se escondía. Se la conocía como La Serrana y hay un mirador a la salida del pueblo con ese nombre y una escultura de la mujer.

Y, además, desde Plasencia puedes hacer excursiones al Valle del Jerte, al bello pueblo de Hervás al que ya dedicamos un artículo aquí. Tampoco puedes dejar de acercarte al pueblo de Granadilla, el pueblo abandonado más bonito de Cáceres y al que también ya te dejamos una guía para que lo pudieras visitar.

Dónde comer y dormir en Plasencia

Plasencia es una ciudad que puede presumir de tener una gran oferta de restauración, en la que además de excelentes restaurantes, se hallan una inmensa variedad de bares en los que podrás tapear y disfrutar de los productos tradicionales.

Los sitios para comer más recomendados

Restaurante Succo, ubicado en el corazón de la villa, se puede decir que éste es uno de los mejores restaurantes de Plasencia. Debes probar la torta del Casar aliñada con miel, orégano y pimentón.

La Casuca, si lo que buscas es una experiencia más informal pero igual de deliciosa, es el lugar perfecto. Este gastrobar destaca por su oferta de pinchos y raciones.

Casa Tomás, restaurante familiar que ha sabido mantenerse como un referente en Plasencia gracias a su dedicación al detalle y su capacidad para ofrecer platos clásicos con un toque único.

Restaurante Español, situado en la Plaza Mayor de Plasencia es un sitio ya emblemático en la ciudad. El sitio perfecto para tus desayunos y tus tapas.

Alojamientos recomendados por los viajeros

Hotel Exe Alfonso VIII, muy céntrico y con parking cercano. Los clientes destacan la ubicación y confort de la habitación.

Parador de Plasencia, en el centro histórico de Plasencia, ocupa un antiguo convento del siglo XV. El edificio en sí es impresionante, con una ubicación y personal excelente, aunque el parking es complicado.

Palacio Carvajal Girón, a pocos minutos a pie de los principales monumentos de la ciudad. Ocupa un edificio protegido del siglo XVII y está muy bien decorado con columnas de piedra originales.

Hostal Goyesco Plaza, un hostal sencillo y céntrico al lado de la Plaza Mayor. Se encuentra en zona peatonal, pero existen distintas opciones de parking. Muy recomendable entre los económicos de Plasencia.

Otras opciones de alojamientos recomendables en esta lista.